Una de las grandes profesionales a las que he tenido el honor de tratar ha sido la nadadora olímpica, Mireia Belmonte. En el 2015 ya arrastraba molestia en los hombros, una lesión que le impedía competir en condiciones y que hizo que se ausentará en el Trofeo Internacional Ciudad de Barcelona y renunciase a los Mundiales de Natación de Kazán de 2015. Eso sí, gracias al tratamiento y a la constancia en su recuperación, pudo estar lista para los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Mireia era primeriza en este tipo de lesión de alto nivel. Al principio, comenzó con pinchazos y después tenía los hombros doloridos durante todo el día. Aunque la primera sensación que se tenía sobre ella era el tratamiento con cirugía, con las técnicas precisas y un equipo unido, logramos no tener que pasar por quirófano y tener una exitosa recuperación. Tanto fue así que ganó una medalla de oro y otra de bronce en los Juegos de Río.
Un tratamiento con continua rehabilitación hicieron posible el sueño de Mireia de poder competir con más fuerzas que nunca. Y el equipo de ISMEC está encantado de haber sido parte de ese camino.
En el 2017, de hecho, inauguró en Sevilla nuestro tradicional congreso de medicina deportiva con la presencia de más de 200 expertos de diferentes países. La nadadora lanzó un mensaje a los educadores y a los padres para el fomento del deporte en los más pequeños. También hizo ver la importancia que tiene la labor que hace un equipo sanitario multidisciplinar en la recuperación de una lesión.
Siempre se ha mostrado agradecida por la ayuda, y nosotros desde ISMEC y yo personalmente, estamos completamente satisfechos por la confianza que ella depositó en el equipo, algo sumamente importante.
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